SER EN POTENCIA V.S. SER EN EXISTENCIA.

Ser en Potencia V.S. Ser en Existencia.

«Nos construimos a nosotros mismos por fragmentos. Nos protegemos con el pedazo inmediato, con el fragmento de algo que nos ofrezca la satisfacción al instante, no importa que tengamos que cargar con ello toda la vida y que obstruya la entrada y salida de nuevas posibilidades».
(Robles, 2006)

De entre el devenir histórico del siglo XXI, marcado por el desarrollo cibernético y la dinámica participación de los medios de comunicación en la vida cotidiana, así como sus modalidades de Internet y telefonía celular, interactuando como vínculo entre las personas; detectamos uno de los conflictos fundamentales que dan origen a la desintegración de los elementos constitutivos del Ser humano.

La paradoja se plantea en la persona, cuando entra en conflicto su «Ser en Potencia» V.S. su «Ser en Existencia»; la tensión natural entre los componentes esenciales del Ser y su proceso de crecimiento, se transforma en un entramado existencial fragmentado, cuando el «Ser en Potencia» (el Ser con todos los atributos que lo conforman esencialmente), se contamina con los estereotipos culturales, perdiendo la noción de sus componentes y la forma en la que interactúan. Es decir, la persona confunde los atributos del Ser, descomponiéndolos en segmentos, tratando de ajustarse a las demandas culturales en vigencia, cayendo así, en la simulación existencial.

Mientras la persona más se parece a la moda, más se aleja de su Ser íntimo y existencial. De esta manera, el sujeto se instala en el aquí y ahora con lo que «cree Ser» en busca del espejismo de lo que «cree que podrá llegar a Ser».

El simulacro existencial nunca conducirá a la consumación del verdadero Ser, su base ficticia no puede sostenerlo por mucho tiempo. Será necesario que la persona se derrumbe para poder construirse de nuevo.

Neurosis y esquizofrenia parecen la salida extrema de una sociedad que se busca a si misma todos los días en los programas televisivos, el cine, los periódicos, las revistas y el Internet. Búsqueda inútil pues la esencia del Ser no se encuentra afuera de la persona, sino en la relación sinérgica de todos los atributos del Ser.

Las condiciones de existencia en nuestra sociedad actual plantean realidades aparentes, saturan la cotidianeidad con información que genera múltiples respuestas a las interrogantes comunes: ¿Quién soy? ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿Adonde voy? Ahora podemos escoger respuestas en el escaparate publicitario, la película premiada, el Internet o las redes sociales.

Sin embargo, todo es apariencia. Los fragmentos de ficción compartida, fracturan la integridad del Ser. Seleccionar una marca de perfume, no garantiza encontrar a la pareja perfecta para compartir la vida. La mejor Laptop del mercado, no toma decisiones relacionadas con los afectos de la gente. La máquina de afeitar suave y ligera no transforma la verdadera expresión del rostro.

Fragmento de libro: Aplicación y Desarrollo del Drama Holista, de Carlos Robles Cruz, editado por Conaculta, INBA y Escenología (2013)