DECLARACIÓN DE INTENCIONES
Los hechos del ser humano, trascienden al ser humano mismo. Mirarnos por fuera de las restricciones del tiempo y el espacio es reconocernos, reinterpretarnos, resignificarnos.
Estamos casi obligados a aprender de nosotros. Así lo hemos hecho a lo largo de nuestra existencia sobre la Tierra: de padres a hijos, de maestros a alumnos, de hermanos a hermanos, de ancianos a jóvenes; en pláticas coloquiales, en salones de clase, en ágoras, en mezquitas, en bibliotecas; por medio de libros, del diálogo, de videos, de películas, de revistas, de internet, de computadoras, de pinturas, de música, de poesía; de fiestas populares, de seminarios, de entrevistas, de cursos, de representaciones teatrales. Discípulos, instructores, tutores, abuelos, aprendices, analfabetas, letrados, ignorantes, eruditos, filósofos, matemáticos, carpinteros, científicos, artistas; todos, absolutamente todos y cada uno de nosotros, seres humanos que pisaron y pisamos la faz de la tierra, hemos aprendido algo de alguien, y hemos enseñado algo a alguien; contribuyendo así, con el legado cultural que permite el crecimiento de la especie humana.
Los ciclos se cumplen, y cada etapa deja vestigios de su momento histórico. Se suman estadísticas diferentes, en las cuales, cada uno de nosotros tiene cabida, dando paso a elementos útiles que nos permiten deducir hipótesis sobre formas de pensamiento, sobre formas de ser, de estar en el mundo.
Las manifestaciones artísticas se colocan desde esta perspectiva como espejos altamente valiosos para contemplarnos, entendernos, reflexionarnos, analizarnos, sentirnos, escucharnos. Alejarse de nosotros mismos para mirarse desde afuera, nos permite contemplar nuestros errores, nuestras formas de actuar y de comportamiento, nuestros logros, nuestras creencias, nuestros temores, nuestras dudas, nuestros aciertos. Estar consciente del comportamiento social, de la ideología, de las costumbres, de lo cotidiano, de la guerra, de las luchas políticas, del poder, de la educación, de la economía, de las etnias, de los valores humanos, de la marginación, del avance tecnológico, del hambre; en fin, de todas las manifestaciones que nos competen como habitantes de este planeta.
Estar consciente se convierte hoy en día, en una necesidad. No hablo de erudición, me refiero a la actitud comprometida con nuestro momento histórico, y lo que esto conlleva en relación a nuestro entorno. Me refiero aquí, a la congruencia entre lo que hacemos y lo que pensamos, entre nuestra forma de mirar el mundo y la manera en que interactuamos en él. Me refiero al «cómo» nos relacionamos con la vida, y al «cómo» hacemos la vida. Me refiero al conocimiento de nosotros mismos; a la consciencia de la especie humana en relación con su ecosistema, a la responsabilidad con el «otro», a la preparación de un legado, a la participación humana individual en el orden cósmico universal.
Muchas son las huellas que el hombre deja como herencia, mucho tenemos que recoger para no cometer los mismos errores y mucho tenemos que encontrar para continuar con la obra de crecimiento del ser humano. Pero al mismo tiempo, mucho tenemos que construir. Pensemos en nuestro corto tiempo de vida como individuos… ¿qué evidencias estamos dejando de nuestro tiempo, de nuestra cultura, de nuestra forma de entender la realidad? La expresión del ser humano a través del arte, deja en el tiempo signos que muestran el hoy, y que permitirán mañana entendernos mejor. Nosotros somos nuestra propia fuente de conocimiento, puesto que somos los generadores de nuestra propia historia.
El Drama Holista es el espacio, desde una perspectiva actual, de los acontecimientos humanos en América. Más que reciclar elementos provenientes de Europa, e intentar moldearlos a un espacio-tiempo inadecuados, presenta una alternativa para mostrar un quehacer teatral americano, en la conciencia de la pluralidad cultural de nuestros pueblos.
Precisamente, dicha diversidad, la inspiración proveniente de las antiguas prácticas indígenas, y el complejo presente de los pueblos en desarrollo de las naciones americanas, hace creer que una aproximación holista al fenómeno dramático resulta congruente a nuestras culturas, en las que mil caras y lenguas son, en realidad, las múltiples facetas de un solo rostro. Siempre tomando en cuenta, el gran valor y respeto a los elementos conformadores de la cultura de todos los países que unen a este continente, y de los que se encuentran al otro lado del mar, tanto al oriente, como al poniente, uniéndose a la vida del mundo entero.
Carlos Robles Cruz
Amore… ese manifiesto se une a la esperanza de un mundo mejor… te amo por tus ideas de rescatar las culturas mesoamericanas, y obtener de ellas lo profundo, lo espiritual…
Besos y más besos,
Isis.
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Amore… la idea de un mundo sin fronteras la cobijamos muchos, el gran reto de la humanidad es aprender a convivir en este mundo que es la casa de todos.
Besos llenos de amor.
Carlosrc
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Muy interesante e inteligente manifiesto amigo Carlos.
Siempre es un placer leer tus escritos llenos de sabiduría y filosofía.
Un post bellísimo éste.
Saludos
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Gracias MariClaudia, en este nuevo espacio quiero compartir algunos pensamientos que en ocasiones revolotean en mi cabeza, así como otros asuntos relacionados al teatro.
Saludos
Carlosrc
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Parece que eres un profesional que tiene muy bien puestos los pantalones y más todavía el sello y el orgullo de ser tú mismo, identificado con tu región, tu país, tu continente. ¡Bravo! Muy buena apertura del telón.
Haydee
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Haydee: gracias por la visita y la palabras, este nuevo espacio, es una buena manera de romper fronteras.
Saludos
Carlosrc
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MARAVILLOSO MANIFIESTO AMIGO, POR FAVOR PASA POR MI BLOG Y ME DAS UNA MANITO , TE ENVIO MIS CARIÑOS!!!!!!!
LA GATA ACTIVISTA!!!
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Hola Gatita, pasaré por tu blog, de pronto los descuido un poco por mi trabajo que no me deja tiempo.
Saludos
Carlosrc
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Solo puedo emplear un epíteto: ROTUNDO.
En la minuciosa exposición de su manifiesto sería prácticamente imposible encontrar un punto de disconformidad.
Si bien mi condición social no me dejó observar de cerca el mundo de la farándula, hé de reconocer que todos aquellos medios culturales que se comprometan abiertamente en la realidad social, ecológica y política del mundo son, indudablemente, dignos merecedores de mi admiración.
Una apertura de telón digna de un gran estreno…
Atentamente, Fernando, el caminante de negro.
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Hola Fernando: el arte debe de ser un espacio de reflexión sobre nuestro momento histórico. Todo artista que se precie de serlo tiene que comprometerse con algo que propicie la cavilación (por lo menos eso creo yo) de otra forma, el arte se convierte en un lujo que se desgasta con el tiempo. Bienvenido y gracias por tus palabras.
Saludos
Carlosrc.
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Estoy de acuerdo. Creeme al decirte que, el no utilizar todos los medios a nuestro alcance en pro de la consecución de un mundo más justo, igualitario y solidario, pienso yo, sería correr el peligro que mencionas. Convertir «herramientas» sociales en lujos que, tarde o temprano, quedarían obsoletos, perdiendo así toda su capacidad generadora de corrientes de opinión, crítica o denuncia(eventos éstos demasiado necesarios en el mundo de hoy…y de siempre).
Un sincero saludo.
Fernando, el caminante de negro.
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Hola Carlos que gusto encontrar este espacio de verdad me parece una propuesta muy chingona, esto de recuperar diversas manifestaciones de la tradición indígena imbricada con una visión de los diversos procesos que se desarrollan en nuestro continente a traves del arte.
Aunque por lo pronto estoy fuera de circulación de por aca espero acercarme de vez en cuando al drama holista.
Gracias por la invitación.
Saludos
Gerardo
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Gracias Gerardo por la visita y los comentarios, siempre he creído que tenemos que ir a las raíces para ofrecer frutos nuevos y renovados, esto se puede lograr en la interacción cultural… en fin el tema es apasionante,
Saludos.
Carlosrc
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hola!!!
Primero, gracias por tu invitación, es un placer.
Segundo, tu manifiesto me parece algo digno de leer, de pensar y repensar…
Todo aquello de lo que hablas me hace pensar en el legado que dejaremos a las nuevas generaciones y no me refiero solo al arte, sino más bien a la cantidad de cosas en las que deberíamos meditar, ya que absolutamente todo, sea bueno o malo deja sus vestigios, como bien dices…creo que es hora de analizarnos y cuestionarnos a la hora de pensar en un mundo mejor para quienes reciben o socializan nuestras formas de ser o estar en este mundo.
Cariños, Pao
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Hola Pao, desde que nacemos hasta que morimos, estamos en interacción con cientos (¿miles?) de personas; cada una, es “una” oportunidad de aprender algo o enseñar algo… eso es maravilloso ¿no?
Saludos y gracias por la visita.
Carlosrc
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Genial! simplemente genial!!!!!
Crear espejos, puentes, ecos, imágenes, símbolos, mensajes, grandes espejos que devuelven millones de imágenes como un caleidoscopio que embeleza con su color y sus formas. Aunque el mensaje en una representación pudiera llegar a ser trágico por lo que nos muestra, lo maravilloso es la transformación que opera en el observador………pensamiento, creencias y condición humana son pulsadas por esa cuerda que nos hace vibrar.
Me alegra haberte conocido!
Miriam Videla
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Hola Miriam: bienvenida que bueno que te ha interesado mi texto, pronto te visitaré.
Saludos,
Carlosrc
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