Trayectorias / Expresión Humana.
Carlos Robles Cruz.
El ritmo acelerado de nuestro fin de siglo, es tan sólo el reflejo de la lenta asimilación de la gran cantidad de información que flota en el ambiente. La «realidad» ha dejado de ser realidad a medida que el ritmo interno de las personas no corresponde con el ritmo externo. La neurosis en las grandes ciudades, y la falta de capacidad de la gente para resolver problemas de convivencia humana, resultan de la densidad interna propiciatoria de desplazamientos lentos, repetitivos o nulos de las trayectorias (Expresión Humana). Es decir, que los movimientos generados por puntos de encuentro o enlace, se encuentran saturados o estereotipados; se activan en círculos, en pequeñas espirales o repiten los mismos patrones.
Se da entonces una resistencia entre lo que existe dentro del Ser y lo que se manifiesta afuera. Los puntos de enlace entre el interior y el exterior se limitan en calidad y número. La salida de trayectorias, entendidas como expresión humana, se reduce y se inhibe la libertad al no encontrar congruencia entre su gestión interna y el exterior. Surge entonces una especie de «corteza» creada entre la oposición del cuerpo y los conformadores internos, los cuales al no encontrar salidas adecuadas, se manifiestan en comportamientos humanos como la incomprensión, la desesperación, la intolerancia, la incompetencia, la indiferencia, la agresividad y, en el peor de los casos, en el suicidio o el asesinato.
El movimiento rápido, acelerador de tiempo-espacio, es desde esta perspectiva, el desplazamiento de trayectorias sobre la superficie del Ser. Es decir, los movimientos sociales, políticos, económicos, culturales, religiosos, entre otros, son dados en la interacción sobre la forma, la cáscara, la piel, la cubierta. En algunos casos extremos, se traspasan algunas capas internas pero sin llegar a los límites opuestos, por lo que no se provocan reacciones profundas de cambio.
Por otro lado, los avances tecnológicos y científicos, participan activamente en la construcción de dicha «corteza», en la medida en que fragmenta a la sociedad.
Tomemos por ejemplo la realidad virtual, o el Internet. Somos capaces de interactuar en el tiempo-espacio de las redes comunicacionales de la computadora, encontrándonos con información insospechada, pero seguimos desplazándonos hacia lo externo sin tener intenciones lo suficientemente profundas en el origen de nuestros movimientos.
Caemos casi sin darnos cuenta en la inercia, la cual es generada por movimientos estabilizadores tales como: el miedo al rechazo, al fracaso, el conformismo, etcétera. Se propicia de esta manera, el ritmo continuo de la mediocridad.
Por otro lado, tenemos que las instituciones y las estructuras sociales enfatizan esquemas cerrados que fortifican a los miembros que se encuentran dentro de esa esfera. Sin embargo, esta fortificación tiende a explotar, a la medida en que dosifica la entrada de trayectorias e impide, en gran medida, su salida. Esta disminución participativa del exterior, y la falta de flujos resignificadores o purificadores de las trayectorias, genera densidad dentro de la esfera del Ser, disminuyendo así la actividad de los elementos constitutivos de las estructuras internas. Por lo que se da el anacronismo, la reiteración, el desgaste de estructuras, la saturación, la disminución de la creatividad, entre otros. Todo esto, es resultado de las relaciones lógico-natural-alternativas, las cuales son conducidas por los mismos caminos.
Aun en el caso de la importación de ideas (entrada de nuevas trayectorias), la esfera amorfa del Ser, como receptora, busca su estabilidad, es decir, su garantía de permanencia, por lo que solamente abre estrechos canales de recepción, los cuales absorben las nuevas propuestas como alimento inmediato sin análisis ni reflexión.
Otro movimiento, es la traducción desde la superficie, de las nuevas trayectorias, lo que ofrece solamente el ajuste de los posibles nuevos paradigmas, a viejos esquemas fosilizados. De esta manera, los movimientos de desplazamiento son lentos y carentes de fuerza como para impactar profundamente.
Tenemos entonces al «Ser Fraccionado». En otras palabras, un sistema organizado de materia, con movimiento lento de sus componentes. En la mayoría de los casos, se cierran casi todas las entradas y se fortifican algunas fronteras. Por otro lado, dependiendo de los espacios abiertos que deje este Ser Fraccionado, se da el flujo de interacción con elementos superficiales, puesto que son los menos conflictivos. Se da paso, entonces, a la saturación de desplazamiento en determinadas áreas, las cuales generan lentitud en los procesos de vida. Por ende, el movimiento relacionado con el desarrollo humano se obstruye, se detiene o se retrae dependiendo del Ser en cuestión.
De lo anterior, se desprenden tres formas de existencia de trayectorias en el Ser, las cuales influyen de manera determinante en su configuración de la realidad y su participación en ella. Una de estas formas, tiene que ver con el distanciamiento de la realidad del Ser; otra, con la fortificación de las fronteras del Ser; y la última con la corteza del Ser creada por él mismo, desde su interior.
Formas de Existencia de Trayectorias en el Ser Fraccionado.
DISTANCIAMIENTO DE LA REALIDAD DEL SER
• Saturación de puntos de encuentro o enlace.
• Trayectorias repetitivas y monótonas
• Asimilación estereotipada de las trayectorias (no importa que sean nuevas)
• Activación de las trayectorias en movimientos circulares o pequeñas espirales.
• Densidad brumosa, generada por el empalme entre nuevos intentos de trayectorias y el desplazamiento lento de las anteriores.
• Conflicto con los nuevos paradigmas.
FORTIFICACIÓN DE LAS FRONTERAS DEL SER
• Tendencia a no dar respuesta a nuevas trayectorias.
• Valoración de las trayectorias por medio de relaciones garantizadas.
• Expresión de trayectorias anacrónicas.
• Prejuicio en la interpretación de nuevas trayectorias, alterando los significados e intenciones originales, reorientando su sentido e impacto.
• En la importación de ideas (entrada de nuevas trayectorias), la esfera busca su estabilidad como una garantía de permanencia, por lo que solamente abre estrechos canales que absorben parte de las nuevas propuestas sin análisis ni reflexión.
• Traducción desde la superficie de las nuevas trayectorias. Esto solamente ofrece el ajuste de los posibles nuevos paradigmas, a viejos esquemas fosilizados.
• Negación de nuevos paradigmas.
CORTEZA POR OPOSICIÓN
• Resistencia entre lo que se encuentra adentro del Ser y lo que existe afuera del Ser.
• Limitación en calidad y cantidad de los puntos de enlace entre el interior y el exterior.
• Reducción e inhibición de trayectorias, ya que no encuentran congruencia entre su gestación interna y su razón de existir en el exterior.
• Temor a nuevos paradigmas.
Parte del libro:
ROBLES, Carlos. «Drama Holista: arte del movimiento en Tiempo y el Espacio». Editorial Escenología, A. C. 2006
«Partita di Calcio» (Carlo Carrá).